ORDEN DEL QUETZAL

ORDEN DEL QUETZAL

  COMUNICADO  016


El pasado lunes 19 de julio, el Presidente de la República y Jefe Supremo de la Orden del Quetzal, Licenciado Alvaro Colom, concedió la Orden del Quetzal en el grado de Gran Cruz al Comisionado Carlos Castresana Fernández en reconocimiento a los altos méritos y trayectoria al mando de la CICIG. La Orden fue impuesta en ceremonia realizada en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El evento se desarrolló en presencia de representantes del gobierno nacional, miembros del cuerpo diplomático, representantes de organizaciones de la sociedad civil, así como miembros de los medios de comunicación. El Presidente de la República manifestó su agradecimiento al Comisionado por su franqueza y sinceridad en los temas de la lucha contra la impunidad en Guatemala. “Como Presidente, sé que (el trabajo de la Comisión) es complicado; no por falta de voluntad, sino por lo complejo de la lucha contra el crimen organizado” dijo, y añadió que el Comisionado supo ser valiente frente a todos, incluso frente al presidente, y siempre defendió la justicia y la verdad. “Cada caso que va resolviendo nos trae ‘bolas’, nos trae reacciones, pero esa es la lucha contra la impunidad” puntualizó.

Por su parte, el Comisionado de la CICIG, agradeció al pueblo de Guatemala, y manifestó que “esta era una condecoración para todo el personal de la Comisión por su esfuerzo y dedicación”. Le solicitó directamente al presidente Alvaro Colom, que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, cumplan su parte, que hagan aquello que necesita el país para que dentro de 14 meses se pueda producir la transferencia de la capacidad y de la responsabilidad que hoy carga sobre sus hombros la Comisión.

El Comisionado explicó a los presentes que Guatemala cuenta con el apoyo inquebrantable de la comunidad internacional, de los medios de comunicación, de la sociedad civil y del personal que integra la Comisión, personal del cual expresó sentirse orgulloso.

Solicitó también el apoyo para el nuevo Comisionado Francisco Dall’Anese, para que el país no se encuentre solo ante el fenómeno terrible de la delincuencia común; de la delincuencia organizada; de esas estructuras clandestinas que aún secuestran la voluntad de las instituciones de seguridad y de justicia, las cuales impiden hacer el trabajo que los guatemaltecos demandan y al que tienen derecho.

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