Guatemala, junio 22 de 2011. Con la participación de presidentes de Estado y de Gobierno, la Secretaria de Estado de Estados Unidos así como jefes de organismos internacionales hoy se inició la Primera Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica.

El evento fue organizado por el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) -integrado por Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana- que tiene por objetivo fundamental la realización de la integración de sus países miembros para constituirla como región de paz, libertad, democracia y desarrollo.

Mientras que el objetivo de la conferencia regional es solicitar apoyo político, técnico y financiero de la comunidad internacional para atender los problemas de violencia, narcotráfico y crimen organizado que están afectando a estos países.

El primero en iniciar la serie de intervenciones de este evento fue Haroldo Rodas, ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, quien expresó que en julio del 2010 los mandatarios acordaron la necesidad de actualizar y relanzar la estrategia de seguridad y diseñar un plan de acción que permita enfrentar a los nuevos retos de seguridad regional y hemisférica. El plan fue aprobado en mayo de este año por los gobiernos de la región.

Por ello el SICA convocó a la comunidad internacional, los países amigos y a los organismos internacionales para que se sumen y acompañen con su conocimiento y capacidad técnica este proceso de implementación de la estrategia de seguridad.

Ejes del proyecto
Rodas detalló los cuatro ejes en que se sustenta la estrategia de seguridad: combate al delito; la prevención social orientada a la violencia armada, de género y juvenil; rehabilitación, reinserción y seguridad penitenciaria enfocada a la reestructura penitenciaria, profesionalización de la seguridad, capacidad para la rehabilitación y reinserción social.

Como cuarto eje expuso el fortalecimiento de la institucionalidad centroamericana que esté orientada a la modernización y profesionalización de instituciones, equipamiento para investigación criminal y las alertas tempranas para prevención y mitigación de desastres.

"Hoy estamos aquí para plantear soluciones y enfrentar los problemas que tenemos en común los países centroamericanos, pero que necesitan de la ayuda de sus socios para combatirlos", aseveró.

Alvaro Colom, presidente de Guatemala y del SICA, manifestó que al realizar esta conferencia, los países de esta entidad están asumiendo su responsabilidad para enfrentar la lucha contra el narcotráfico y la criminalidad organizada.

"La seguridad no es un asunto exclusivamente técnico militar o policial sino que es un asunto humano, político, social y ambiental por lo que debemos abordarlo de una forma integral y coordinada para que podamos sacar esa lacra de nuestra región", manifestó.

El mandatario explicó que la región invierte US$4 mil millones en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado: US$3 mil millones se están invirtiendo en la prevención del delito, US$500 millones al combate del delito e igual suma a la prevención de la violencia y el resto se destinó a la seguridad penitenciaria.

"Los datos anteriores evidencian una desproporción de compromiso, por lo que esperamos en esta conferencia iniciar un camino hacia el equilibrio (…); consideramos que estamos llegando al límite de nuestra capacidad institucionalidad en esta lucha", expresó.

Por estas razones, Colom solicitó el apoyo de los países y organizaciones amigas para frenar el accionar de los grupos del narcotráfico y la delincuencia organizada.

Cerrar filas
En su intervención, Felipe Calderón, presidente de México, resaltó la necesidad de que los países se unan para combatir a estos grupos delincuenciales: "Ante el crimen organizado no podemos los países tener un frente desorganizado, por lo que tenemos que cerrar filas y responder con estados organizados".

El presidente mexicano hizo ver la situación crítica que vive su país en la lucha contra el narcotráfico, por lo que dijo que para terminar con este flagelo se necesita de instituciones solidas, sociedades fuertes y cooperación internacional.

A lo anterior dijo que se debe sumar la responsabilidad que tienen los países consumidores de droga, por lo que la ayuda internacional debe ser equivalente al daño que hacen los narcotraficantes en las regiones en donde operan.

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia expuso la situación que vivió su país durante los 40 años de luchar contra el narcotráfico, en el que murieron jueces fiscales y policías, y que en ese tiempo aprendieron cómo confrontar el crimen organizado y el narcotráfico."Hemos aprendido que a los narcos lo que más les duele es que se les confisque su dinero, y por eso hay que golpearlos por ese lado".

El mandatario propuso que para luchar contra estos grupos se debe crear un centro regional de lavado de activos, plataformas de información para que en tiempo real se pueda verificar los antecedentes de alguna persona y un centro de información para verificar la ilegalidad de una arma de fuego.

Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica, hizo ver la necesidad de asumir un compromiso regional y de la comunidad internacional para combatir este flagelo así como fortalecer la prevención del delito.

La estrategia que hoy se discute es mucho más que un programa para enfrentar la violencia y criminalidad en Centroamérica (…). Se debe atender con responsabilidad propia este desafío y los esfuerzos realizados no han sido compensados por las consecuencias negativas que han dejado en los países de la región la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.

A ese llamado se unió Mauricio Funes, presidente de El Salvador, quien dijo que el clima de violencia, el narcotráfico, la delincuencia organizada y las pandillas constituyen un fuerte obstáculo para la inversión y la producción de los países de la región.

"En la medida que identifiquemos las fortunas de las organizaciones criminales estaremos dando un golpe al narcotráfico y el crimen organizado que se han convertido en una de las empresas ilegales más grandes del mundo", comentó.

Anuncian apoyo económico
La primera en anunciar el apoyo económico para impulsar la estrategia de seguridad en la región fue Hillary Clinton, secretaria de Estado de Estados Unidos, quien dijo que su gobierno aportará US$40 millones adicionales a los US$260 millones que fueron destinados en el 2010 para la lucha contra estos flagelos.

"Estamos respondiendo con casi US$300 millones este año, respaldados con un plan de acción enfocado en inversiones de alto impacto que ayudarán a construir nuevas capacidades y catalizar el cambio en la región", manifestó Clinton.

Agregó, que este tema también es responsabilidad de los empresarios y clases privilegiadas, quienes deben pagar sus impuestos y convertirse en socios integrales de este esfuerzo regional.

Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), manifestó que su aporte será de US$500 millones para apoyar esta estrategia.

Agregó, que el BID contribuyó en el 2009 y 2010 con un 21 por ciento de su cooperación para la región en temas de seguridad, y lo continuará haciendo porque "sin apoyo financiero no habrá éxito en los planes para combatir la criminalidad organizada".

Mientras tanto, Pamela Cox, vicepresidenta del Banco Mundial (BM) reconfirmó su apoyo a nivel político, operativo y financiero a los países centroamericanos, así como una asistencia técnica en el área de prevención y fortalecimiento institucional a los gobiernos de la región para impulsar la estrategia.

"El Banco Mundial dispone mil millones de dólares para Centroamérica en los 4 años para que puedan utilizar los países de acuerdo a sus prioridades, incluyendo la estrategia de seguridad".