Guatemala, junio 09 de 2017. La revista Caretas Internacional de Lima, Perú, entrevistó recientemente al Comisionado Iván Velásquez Gómez, quien habló sobre la labor de la CICIG en la lucha contra la impunidad y la corrupción, el proceso de las reformas constitucionales y la participación ciudadana, entre otros temas.

Captura del Estado

Entrevista: Enrique Chávez | Iván Velásquez, comisionado de Naciones Unidas en Guatemala, explica hasta dónde llega la corrupción.

El colombiano Iván Velásquez (62) se fogueó como fiscal especializado en Derechos Humanos en su natal y violenta Antioquia. Combatió a los grupos de autodefensas y luego su relación con los congresistas de ese país en el sonado caso de la “parapolítica”, lo que llevó a más de 60 de estos a la cárcel y le granjeó la enemistad del gobierno de Álvaro Uribe. Desde 2013 está al frente de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), creada en el 2006 por acuerdo con Naciones Unidas para enfrentar la corrupción prevaleciente en todos los niveles del Estado. Se trata de un órgano independiente de carácter internacional que apoya al Ministerio Público en la lucha contra la corrupción y llega al punto de proponer cambios constitucionales para reformar la Justicia. El caso más sonado que ha impulsado fue el de defraudación tributaria conocido como “La Línea”, que produjo en 2015 la renuncia y enjuiciamiento del presidente Otto Pérez Molina y su vicepresidenta Roxana Baldetti. En Lima participó en el Foro Social Cristiano “La Lucha Contra la Corrupción en América Latina”, organizado por el Instituto de Estudios Social Cristianos y la fundación Konrad Adenauer Stiftung.

–Las limitaciones del Poder Judicial y el Ministerio Público son los problemas que más se comentan sobre su labor. ¿Pensó que esos serían sus obstáculos más grandes?

–No pensaba encontrarme con un país con un grado tan elevado de cooptación, de captura del Estado y una tan grande debilidad del sistema de justicia en su conjunto. El MP únicamente abarca el 10% de los municipios del país: de 340 municipios solo hay fiscalía en 34. Hay una corrupción desmedida y solo 11 fiscales anticorrupción. El promedio de jueces es la mitad del latinoamericano.

–¿En cuántos procesos judiciales participan?

Particularmente desde el segundo semestre de 2014 hemos estado en unas 40 investigaciones, como la que dio lugar a la privación de la libertad del presidente Pérez Molina y su vicepresidenta, de muchos ministros y sus jefes de departamentos administrativos y entidades descentralizadas.

–¿Hay sentencias?

–Pocas, desafortunadamente. Fue condenado el presidente del banco de Guatemala, aceptó cargos en una contribución que él hizo a una estructura que estaba vinculada a la actividad política porque financiaba campañas. Fue condenado un presidente del Congreso por presionar a una magistrada para favorecer a la vicepresidenta. Un juez por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Hay más de 300 personas vinculadas a estos casos de alta corrupción.

–¿Qué han encontrado con relación a las campañas como foco de corrupción?

–La corrupción es la gran fuente de financiamiento de la política. Desde las administraciones locales, los municipios; todo estaba mediado por un círculo vicioso de empresas beneficiarias que son las que financian las campañas y luego el elegido le otorga los contratos.

–¿Cuánto pesa la herencia de violencia política?

–La corrupción tiene sus raíces en la época del conflicto, en lo que fue el poder militar y su necesidad de financiar la guerra.

–¿Y el narcotráfico?

–Su poder corruptor es indiscutible y Guatemala es estratégica en el tránsito de droga a Estados Unidos. En Colombia se habrían duplicado las hectáreas de coca.

–¿Cómo avanzan las reformas constitucionales del sistema de Justicia?

–Hay resistencia. Se ha logrado aprobar desde el 28 de noviembre 4 artículos de un total de 25. Avanza muy lentamente, al punto de decir que el Consejo Administrativo de la Justicia que proponemos –similar al Consejo Nacional de la Magistratura en el Perú, pues en Guatemala la Suprema concentra actualmente la parte judicial y la administrativa– lleva al camino de Venezuela con la concentración de poder en el Ejecutivo. Es absurdo.

–¿Cuáles son sus aliados?

–Creo que el principal aliado es la sociedad. De acuerdo con las encuestas, nuestra credibilidad supera el 85%. No solo es fortaleza que se nos transmite, sino también un muro frente a los embates.