Guatemala, marzo 05 de 2010. Durante los 36 años del conflicto armado interno que tuvo lugar en Guatemala, la violación sexual constituyó una práctica generalizada, masiva y sistemática realizada por agentes del Estado como parte de la política contrainsurgente. Fue utilizada como un instrumento de guerra y herramienta para generar terror, vulnerando los derechos humanos y el derecho internacional humanitario Fue una práctica generalizada durante las masacres, siendo en la gran mayoría de los casos la antesala de la muerte.

La Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), reconociendo que “las cifras de violación sexual, muestran un subregistro…en relación a otras violaciones de derechos humanos…”, registró 1465 hechos de violación sexual, de los cuales pudo documentar 285 casos. Este tipo de violencia estuvo dirigida en un 99% contra mujeres, siendo indígenas la gran mayoría de ellas (80%).

El Tribunal de Conciencia contra la Violencia Sexual hacia las Mujeres durante el Conflicto Armado Interno es una acción política a través de la cual las mujeres sobrevivientes de violencia sexual durante el conflicto armado interno, rompen el silencio y cuentan su historia (todavía desconocida), con el objetivo de que estos hechos no vuelvan a ocurrir jamás.

De igual forma, es un espacio para la exposición de opiniones expertas a través de las cuales se pueden conocer las causas, los efectos y las propuestas de abordaje sobre el tema de violencia sexual en contexto de conflicto armado interno.

El pronunciamiento en conciencia tiene un carácter ético y político a través del cual se espera visibilizar los efectos de la violencia sexual en la vida de las Mujeres y en el continuum de violencia actual. Este pronunciamiento alternativo y reparador emitido por personas en quienes las mujeres reconocen la autoridad moral suficiente, señala las diversas formas de abordaje y las posibles vías para la justicia, reparación y garantía de no repetición.

En ese marco así como de la Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas "Únete para poner fin a la Violencia contra las Mujeres", el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer -UNIFEM- apoya el Tribunal de Conciencia celebrado en Guatemala los días 4 y 5 de marzo.

Desarrollo del evento
El primer día, 4 de marzo, nueve mujeres rompieron el silencio y contaron sus testimonios. El 5 de marzo, personas expertas expusieron sus opiniones para explicar las causas, los efectos y las formas de la violencia sexual durante el conflicto armado interno. Además las personas que se constituyen en Juezas de Conciencia emiten un pronunciamiento en conciencia que luego es firmado por las personas Testigos de Honor.

Este evento de trascendencia internacional es organizado por La Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas –UNAMG-, el Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial –ECAP-, la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala –CONAVIGUA-, Mujeres Transformando el Mundo –MTM- y La Cuerda, con el apoyo de las embajadas en Guatemala, tales como, Alemania, Costa Rica, España, Francia, Noruega y Suecia. Asimismo, agencias del Sistema de Naciones Unidas como, el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer –UNIFEM-, el Fondo de Población de las Naciones Unidas -UNFPA-, el Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo en Guatemala –UNDP-, y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos -UNHCHR-, por sus siglas en inglés.

La impunidad siempre es una invitación a la repetición de los crímenes. Los crímenes que no se castigan son crímenes que tarde o temprano se repiten. Podemos decirlo de los crímenes del conflicto armado y podemos decirlo de los crímenes más comunes. Yo lo reitero todos los días: si hay 6451 asesinatos y se castigan 231, pues hay más de 6000 asesinos que están en libertad en disposición de seguir matando. Con los crímenes del conflicto armado es exactamente lo mismo. Si las personas que cometieron semejantes abusos durante el conflicto no han sido castigadas, están en libertad y siguen abusando. Comisionado Carlos Castresana