NOTICIA 037B
La falta de independencia judicial, el antejuicio del que gozan funcionarios públicos y el abuso del amparo, son algunos de los obstáculos que se presentan en la lucha contra la impunidad, señaló recientemente el Comisionado Iván Velásquez Gómez, en el seminario internacional: Retos de la justicia en Guatemala.
Junto con él participaron, el académico Alexander Äizenstatd y Francisco Soto, del Centro de Acción Legal para los Derechos Humanos (CALDH), y el panel fue moderado por Leonel Dubón, de Refugio de la Niñez. La actividad fue organizada por la Convergencia por los Derechos Humanos, Cejil y Open Society.
En su intervención el Comisionado hizo un breve diagnóstico del sistema de justicia guatemalteco, en el cual resaltó una influencia marcada de intereses extraños a la administración de justicia, así como la falta de objetividad en las sanciones que se les impone a los jueces que resuelven contrario a la ley.
“Hay que establecer mecanismos que permitan que fiscales y jueces independientes logren romper finalmente esa barrera sólida que hay de impunidad; creo que hay igualmente normas jurídicas que afectan la lucha contra este problema, como por ejemplo con el tema del antejuicio y el uso malicioso del amparo, los cuales se convierten en elementos negativos para la justicia”, aseveró.
La figura del antejuicio o retiro de inmunidad ha limitado el actuar de los fiscales para investigar a funcionarios públicos, vinculados con algún hecho ilícito, ya que por gozar de ese derecho no se puede iniciar ninguna pesquisa en su contra. Mientras que el recurso de amparo ha sido utilizado, principalmente, por abogados defensores para retrasar los procesos.
El jefe de la CICIG también se refirió a la falta de investigación y sanción a jueces denunciados por actuaciones ilícitas, ya que las autoridades judiciales al tener conocimiento de las denuncias los separan de sus cargos, con el argumento de que reprobaron la evaluación de desempeño.
“En el Organismo Judicial hay algunos jueces que dañan la función de una adecuada administración de la justicia, y por ello es necesario que exista una instancia fuerte de investigación disciplinaria, para que depure a aquellos que son indignos de ser jueces; uno no puede defender la judicatura en abstracto, quienes la defendemos reivindicamos que ésta debe ser el poder moral de un país, y que es la defensa absoluta de un estado democrático de Derecho”, señaló.
A su criterio dicha instancia debe ser un órgano independiente y serio para que asuma la administración de la carrera judicial, no sólo referente a la evaluación de desempeño, sino también en la constante revisión de las calidades éticas de los funcionarios.
“¿Cómo romper con lo que ha sido una práctica? Considero, impulsando todas las reformas que tienen relación con la carrera e independencia judicial; también con las garantías que deben existir en el Organismo Judicial, y ello significa contar con los jueces más idóneos, capaces y de reconocida honorabilidad”, enfatizó.
Discusión a nivel nacional
Destacó que como una iniciativa de la CICIG, en las próximas semanas se iniciarán mesas de trabajo regionales para la discusión con diversos sectores sobre las reformas que se requieren en el sistema de justicia guatemalteco.
“Esperamos que participen sectores académicos, organizaciones sociales, centros de investigación, jueces, magistrados, fiscales -inclusive autoridades del Legislativo- para que sentándonos en una misma mesa lleguemos a acuerdos, y de esta manera contribuir con el sistema judicial y con la lucha contra la impunidad en Guatemala”, manifestó.
Posteriormente se elaborará un documento final y se presentará el próximo año a las autoridades correspondientes, inclusive para la discusión política que se tiene que generar en el país a partir del mes de mayo, cuando inicie la campaña presidencial.
Ardua labor
El académico Alexander Äizenstatd calificó como una “labor titánica” reformar el sistema de justicia por ser un tema “muy complejo que requiere de muchos acuerdos y que también debe coincidir con los intereses de varios actores.
“La academia (universidades) tiene mucho que aportar, pero tampoco será la solución a este tema; la CICIG también tiene mucho que aportar, pero solamente es una herramienta muy valiosa, pero una herramienta más, en lo que eventualmente tenemos que decidir todos los guatemaltecos”, expresó.
Francisco Soto resaltó que es importante como sociedad que se despolarice el tema de la justicia. “No se trata de ideologías, no se trata de un tema de izquierda o de derecha, no se trata de un tema de comunistas o de soldados; se trata de un tema de la igualdad para todos, de que las reglas se cumplan y que haya certeza jurídica para todos en el país”.
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