COMUNICADO DE PRENSA 007
El juez Miguel Ángel Gálvez, a cargo del Juzgado Primero de Mayor Riesgo B, ligó a proceso a cinco personas entre concejales de La Antigua y familiares del ex alcalde Adolfo Vivar Marroquín, sindicadas de participar en corrupción en esa municipalidad. Hechos por los cuales se encuentra en prisión preventiva el alcalde Vivar Marroquín. Las audiencias de primera declaración se realizaron el 4 y 5 del presente mes.
El juez consideró que sí existen indicios de la participación de los sindicados y envió a tres de ellos a prisión preventiva, mientras que a los otros dos, les otorgó medidas sustitutivas:
Enviados a la cárcel:
- Sandra Leticia Amado Molina de Vivar (esposa del alcalde Vivar Marroquín), por los delitos de asociación ilícita, concusión y fraude.
- Fernando Julián Ernesto Bolaños Ochoa (yerno de Vivar Marroquín y cotizador del departamento de compras de la comuna de La Antigua), por los delitos de asociación ilícita y concusión.
- Edgar Enrique Monterroso Chan (concejal de la municipalidad de La Antigua), por los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo, peculado y concusión.
Con medidas sustitutivas:
- Aura Julia Molina Rogero (madre de Sandra Leticia Amado Molina), por los delitos de concusión y fraude.
- Carlos Américo López Gutiérrez (concejal de la municipalidad de La Antigua), por los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo, peculado y concusión.
A estos dos sindicados, el juez Gálvez les otorgó como medidas sustitutivas: arresto domiciliario, prohibición de salir del país y firma del libro de asistencia en el Ministerio Público.
Antecedentes
Por este caso fueron condenados en octubre de 2013, a través de procedimientos abreviados, cinco personas a tres años de cárcel por el delito de concusión, más dos años por fraude.
El 9 de octubre de 2013, el Juzgado Primero de Mayor Riesgo B ligó a proceso a seis personas, entre empleados y ex empleados de la municipalidad de la ciudad colonial. Dos sindicados permanecen prófugos, de los 24 vinculados por este caso.
El alcalde Adolfo Vivar Marroquín y otros sindicados, presuntamente formaron una estructura para desviar los recursos de la comuna a través de la creación de varias empresas, algunas de éstas dedicadas a la construcción y a las cuales se les adjudicaban proyectos sobrevalorados. El desvío de fondos también se cometió con el pago de planillas a supuestos trabajadores de la comuna y la cancelación de servicios no prestados.